Por Juan Monserrat Castillo
Reynosa, Tamps. — El Polideportivo de Reynosa se convirtió en una auténtica cancha de recuerdos, pasión y goles, al recibir a más de 8 mil aficionados que disfrutaron el esperado Partido de Leyendas entre el Club América y las Chivas del Guadalajara, en una tarde que mezcló nostalgia y alegría, con una sorpresa incluida: el presidente municipal, Carlos Peña Ortiz, se enfundó la camiseta rojiblanca y jugó con el número 25.
El ambiente fue eléctrico desde el primer silbatazo. Las familias reynosenses, junto con visitantes del Valle del Sur de Texas y municipios vecinos, colmaron las gradas para revivir la eterna rivalidad del futbol mexicano. Cada toque de balón levantaba olas de emoción y los aplausos se confundían con los cánticos de las porras que nunca se cansaron de gritar.
Cuauhtémoc Blanco, ícono americanista, arrancó ovaciones con su estilo inconfundible y esa picardía que no se oxida; mientras que Rodolfo “Bofo” Bautista comandó la ofensiva rojiblanca, recordando viejos tiempos de gloria con el Rebaño Sagrado. En el terreno también brillaron nombres como Salvador Cabañas, Germán Villa, Venado Medina y Carlos Salcido, todos convertidos en una postal viviente del futbol mexicano.
Pero la nota curiosa de la jornada fue, sin duda, la participación del alcalde Carlos Peña Ortiz, quien no solo convivió con las leyendas sino que también aportó energía y buen toque en la cancha, dejando claro que en Reynosa el deporte se vive con el corazón.
El marcador final favoreció a las Chivas del Guadalajara por 2-1, en un duelo donde más allá del resultado, ganó la afición que convirtió el Polideportivo en una fiesta familiar, vibrante y con sabor a clásico.
“Fue un evento inolvidable que reunió a miles de familias en torno al deporte y la convivencia”, coincidieron los asistentes, mientras el sol se ocultaba entre aplausos y selfies con sus ídolos.
Porque si algo quedó claro en Reynosa, es que la pasión no envejece, solo cambia de camiseta.
